La palabra navidad se origina del latín: “navitatem.” Traducido al castellano es natividad o nacimiento. Con el tiempo se transformó en navidad, que no siempre se ha celebrado como la conocemos actualmente.

Fue hasta el siglo VI, que se separó de lo que era la fiesta de la Epifanía o la Adoración de los Reyes Magos, que se celebra el 6 de Enero.

No hay evidencia de la festividad antes del siglo IV (336 dC), cuando el obispo romano Liberio, ordenó que el 25 de Diciembre se celebrara el nacimiento de CRISTO.

Antes de esto se hacía en diferentes fechas en los meses de abril o mayo.

¿Por qué celebrar el 25 de Diciembre? 

Una fiesta muy popular antiguamente, la “Saturnalia” o fiesta de Saturno, se celebraba durante el solsticio de invierno y según una tradición babilónica recordaba a Mitra. El dios sol, en su nacimiento.

Se decía que Mitra, Baco, Adonis, Osiris, Júpiter, Hércules y Tamús, hijo de Nimrod, dioses mitológicos, habían “nacido” en la misma época invernal. Había grandes fiestas e intercambios de regalos. Las que eran verdaderos bacanales, orgías sexuales y libertinaje.

Los cristianos de la época no erradicaron las costumbres de la “Saturnalia” y al esparcirse ellos por la Europa Celta pagana, mantuvieron sus costumbres incorporándolas a la festividad de la Navidad, que iniciaba.

 

El árbol de la Navidad

Los sacerdotes de los Celtas, los Druidas, son los responsables -al igual que del Halloween- de esta tradición para representar el nuevo nacimiento del dios sol. Éstos usaban el pino, símbolo de la vida y árbol siempre-verde que personificaba la fuerza de la vida.

Así Nimrod -árbol seco- reencarnaba en Tamús-árbol verde. Samiramis, su madre, daba a luz durante la noche.

La costumbre fue adoptada por los romanos y después en el siglo XVII, el árbol pasa de Francia a toda Europa.

En 1841 el príncipe Alberto, consorte de la Reina Victoria de Inglaterra, lo lleva a la Gran Bretaña y de ahí pasa al continente americano con los inmigrantes. Los Puritanos Calvinistas.

A los árboles de entonces les colgaban cerezas rojas. Las que después se convierten en las esferas actuales.

En Francia el primer árbol de Navidad fue introducido en 1840 por la duquesa de Orléans. Después se difundió con rapidez por la mayoría de los países europeos oscureciendo la tradición típicamente cristiana del "Nacimiento".

Sólo en España y en México, se conserva aún la tradición de montar "nacimientos". Sin embargo, cada vez va arraigando más el árbol de Navidad así como los adornos de guirnaldas o bolas o esferas de colores.

           

¿Y Santa Clos, de dónde sale?

Aunque incierta su historia, el verdadero nombre de este personaje es Nicolás, que quiere decir: el que pertenece a DIOS. Era obispo en la iglesia bizantina de Turquía.

Nicolás o San Nicolás, regalaba comida, juguetes y ropa a los niños, además les contaba la historia del nacimiento de JESÚS y el propósito de tal suceso, dar salvación, amor y paz como regalo de DIOS la humanidad.

Se le recuerda por el bien que hacía y por compartir del amor de DIOS con las personas.

Quienes nada saben de él, lo llaman Santa Clós, o como en Europa; “Kris-kringel” o “Sinter Klaas”.

La Navidad representa para el mundo cristiano el resurgimiento de la esperanza y salvación que trajo consigo Jesucristo. La remembranza de su mensaje de amor, paz y redención. 

Es una fecha para celebrar. No es para hacer un pretexto para el dispendio y banquetes. Sino para recordar el mensaje que San Nicolás esparcía y tanta falta hace. Amor, comprensión y de perdón para con todos.

¡Felicidades en la Navidad!